El origen del submarino
El deseo de poseer una nave capaz de navegar por debajo del
agua viene ya de tiempo atrás: la primera referencia procede del gran sabio
griego Arquímedes. Se trata de una campana que, en posición invertida, se
sumerge en el agua de forma que atrapa en su interior un volumen de aire
proporcional a su capacidad.

Según la tradición, Alejandro Magno se interesó por la vida submarina y mandó construir un barril con partes de cristal para observar cómo nadaban los peces en su elemento. Es el primer dispositivo con el que el hombre se introdujo en el agua. Otra cosa fue conseguir que se moviera. Hubo que esperar hasta el siglo XIX, cuando Narciso Monturiol lo intentó con el primer submarino, construido en madera. Propulsado manualmente, alcanzaba una velocidad de dos nudos.
Primeros submarinos y sumergibles
Un lejano ancestro del submarino es probablemente la barca
cosaca del siglo XVII llamada chaika ("gaviota"), que fue usada bajo
el agua para misiones de reconocimiento e infiltración. Chaika podía ser
cerrada y sumergida fácilmente de forma que la tripulación podía respirar bajo
ella como en una campana submarina moderna e impulsarla caminando por el fondo
del río. También se usaban lastres especiales y tubos para tomar aire del
exterior.

El primer sumergible de cuya ejecución se tiene información
fidedigna fue construido en 1620 por Cornelius Jacobs zoon Drebbel, un holandés
al servicio de Jaime I de Inglaterra. Estaba propulsado por medio de remos, si
bien su naturaleza exacta es objeto de cierta controversia: algunos afirman que
era simplemente una campana remolcada por una barca. Dos tipos mejorados fueron
probados mejorados en el Támesis en 1620
y 1624.
.

Aunque los primeros vehículos sumergibles eran meras
herramientas para exploraciones subacuáticas, a los inventores no le costó
mucho advertir su potencial militar. Las ventajas estratégicas de los
submarinos fueron expuestas por el obispo John Wilkins de Chester ya en 1648.

Los primeros submarinos militares.
El primer sumergible militar fue el Turtle (‘tortuga’), un
dispositivo aovado de tracción humana diseñado por el estadounidense David
Bushnell, con capacidad para una sola persona. Fue el primer submarino
verificado capaz de operación subacuática y movimiento independiente, el
primero en usar hélices para propulsarse. Durante la Guerra de la Independencia
estadounidense, el Turtle (operado por el sargento Ezra Lee, del ejército
continental) intentó hundir un barco de guerra británico, el HMS Eagle (buque
insignia de los bloqueadores) en la bahía de Nueva York el 7 de septiembre de
1776, pero fracasó ya que el buque contaba con una placa de cobre. A la mañana
siguiente, marineros y tripulantes del HMS Eagle vieron una extraña embarcación
que se alejaba y se lanzaron en su persecución; tan pronto como se dio cuenta,
Lee soltó el torpedo hundiendo el pequeño bote que lo perseguía.

En 1800, Francia construyó un submarino de tracción humana
diseñado por Robert Fulton, el Nautilus. Los franceses terminaron cancelando el
experimento en 1804, al igual que los británicos cuando más tarde consideraron
el diseño del submarino de Fulton.
.
En 1815 el contrabandista y capitán británico Thomas
Johnstone pudo (o quizás no), haber colaborado con Fulton a favor de los
intereses franceses, y participó (o quizás no), en el proyecto de construcción
de un submarino de 100 pies de largo que se utilizaría en el rescate de
Napoleón Bonaparte de su exilio en la isla de Elba. El caso es que Napoleón
murió antes de que este posible submarino fuera acabado y el enigmático
proyecto saliese realmente a la luz.Realmente tras la época de Fulton, el
desarrollo de submarinos se estancó durante varias décadas, y hasta 1851 no se
tienen más referencias al respecto. Estas novedades vienen una vez más de la
mano de necesidades militares, esta vez del ejército alemán.

En 1851 Wilhelm Bauer, un cabo de artillería bávaro, botó un
submarino diseñado por él y llamado Brandtaucher ("buzo incendiario")
en la bahía de Kiel. Este submarino fue construido por August Howaldt y era
propulsado por un molino. Se hundió pero los tres tripulantes lograron escapar.
El submarino fue rescatado en 1887 y se exhibe en el museo de Dresde.

Durante la Guerra Civil Estadounidense, la Unión fue el
primer bando en usar un submarino. El Alligator ("caimán"), de diseño
francés, fue el primer submarino de la armada estadounidense y el primero en
contar con aire comprimido (para la tripulación) y un sistema de filtrado de
aire. El Alligator fue el primer submarino que incluyó una escotilla de buceo
que permitía a un buzo colocar minas detonadas eléctricamente en los barcos
enemigos. Inicialmente propulsado mediante remos movidos por la tripulación,
fue remodelado tras 6 meses para propulsarse con una hélice movida por una manivela.
Con una tripulación de 20 personas, 14,3 m de longitud y unos 1,2 m de
diámetro, era más grande que los submarinos confederados. Desapareció en una
tormenta junto al cabo Hatteras el 1 de abril de 1863 sin tripulación cuando
era remolcado hasta su primer despliegue en combate en Charleston.
Los Estados Confederados de América construyeron varios
submarinos de tracción humana, incluyendo el H. L. Hunley (bautizado en honor
de uno de sus promotores, Horace Lawson Hunley). El primer submarino
confederado fue el Pioneer ("pionero"), de 9 m de largo, que hundió
una goleta enemiga mediante una mina adosada durante las pruebas en el lago
Pontchartrain, pero no fue usado en combate. Fue hundido después de que Nueva
Orleans fuese tomada y vendido para desguace en 1868.
Hunley estaba destinado a atacar los barcos del Norte, que
estaban bloqueando los puertos del Sur. El submarino tenía un largo poste con
una carga explosiva en la proa, llamado «torpedo pértiga». El submarino tenía
que acercarse al buque enemigo, ponerle el explosivo, alejarse y entonces
detonarlo. Era extremadamente peligroso de operar y no tenía más suministro de
aire que el contenido en el compartimento principal. Se hundió en dos
ocasiones: la primera vez murió la mitad de la tripulación y la segunda

vez se ahogaron los ocho tripulantes, incluyendo al propio
Hunley. El 18 de febrero de 1864 el Hunley hundió al USS Housatonic en la bahía
de Charleston, siendo la primera vez que un submarino lograba hundir otro
barco, si bien fue hundido en el mismo combate poco después de comunicar su
éxito. Otro submarino confederado fue hundido en su viaje inaugural en el lago
de Pontchartrain; fue hallado en tierra en los años 1870 y actualmente se
exhibe en el Museo Estatal de Louisiana. Los submarinos no tuvieron un gran
impacto en el desenlace de la guerra, pero anunciaron su futura importancia en
la guerra naval, aumentando el interés por ellos.
En 1879, durante la Guerra del Pacífico, el gobierno peruano
encargó la construcción de un submarino. Así nació el completamente funcional
Toro Submarino, pero nunca fue empleado en batalla, ya que fue hundido tras la
derrota de Perú en la guerra para evitar la captura por el enemigo.
El primer submarino construido en serie, sin embargo, era de
tracción humana. Fue el submarino del inventor polaco Stefan Drzewiecki: 50
unidades fueron construidas en 1881 para el gobierno ruso. El mismo inventor
construyó en 1884 un submarino impulsado por energía eléctrica.
Las discusiones entre el reverendo inglés George Garrett y
el experto industrial y comercial sueco Thorsten Nordenfelt llevaron a una
serie de submarinos impulsados a vapor. El primero fue el Nordenfelt I (1885),
un buque de 56 toneladas y 19,5 m de largo parecido al malogrado Resurgam de
Garrett (1879), con un alcance de 240 km y armado con un único torpedo. Como el
Resurgam, funcionaba a vapor en la superficie y apagaba el motor para
sumergirse. Grecia, temerosa del regreso de los otomanos, lo compró. Nordenfelt
construyó entonces el Nordenfelt II, un submarino de 30 m de largo con dos
tubos de torpedos, que vendió a la preocupada armada alemana. Los esfuerzos de
Nordenfelt culminaron en 1887 con el Nordenfelt IV, con motores y torpedos
gemelos. Fue vendido a los rusos, pero resultó ser inestable, encalló y fue desguazado.
El primer submarino militar completamente útil fue el
submarino de Peral de propulsión eléctrica construido por el ingeniero, marino
y profesor español de física matemática en la Escuela de Ampliación de Estudios
de la Armada, Isaac Peral y Caballero para la Armada Española, prototipo que
iba a ser usado en la Guerra Hispano-Estadounidense. Se botó el 8 de septiembre
de 1888. Tenía un tubo lanzatorpedos, con dos torpedos de recarga además del
que iba ya montado en el tubo, nuevos sistemas de aire, un casco ahusado,
propulsor y controles externos con forma de cruz, anticipando diseños muy
posteriores. Su velocidad subacuática era de 10 nudos, pero adolecía de un
corto alcance debido a la alimentación por baterías de sus sistemas. Las
baterías eran una modificación de Peral de un sistema zinc-dicromato potásico.
En junio de 1890, el submarino de Peral lanzó el primer torpedo de la historia
disparado con éxito, desde un submarino sumergido en el mar. La armada española
terminó cancelando el proyecto. Muchos más submarinos fueron construidos en
esta época por varios inventores, pero no llegarían a ser armas eficaces hasta
bien entrado el siglo XX.

El Submarino Moderno
Con el advenimiento de la era de la electricidad se creyó
que se podía solucionar el principal obstáculo que presentaban los submarinos:
la falta de un medio de propulsión eficaz. En 1886, los ingleses Campbell y Ash
construyeron el primer submarino equipado con motores eléctricos alimentados
por acumuladores (PILAS Y ACUMULADORES). A pesar de que los acumuladores se
descargaban en poco tiempo, el radio de acción era de 125 kms.
Otro inventor, el norteamericano J. P. Holland, que ya en
1875 había presentado un submarino bastante avanzado, logró al fin, en 1895,
que la armada de los E.U.A, le encomendara la construcción de uno. Hizo entrega
de él en 1900 y la nave recibió el nombre de Plunger al ser abanderada y entrar
en servicio.
Los submarinos modernos tienen un doble fondo y en el
espacio intermedio se alojan los depósitos de agua de lastre. Para la inmersión
de la nave se llenan estos depósitos con agua del mar y para el ascenso a la
superficie se expulsa el agua por medio de aire comprimido.
El interior del submarino está dividido en compartimientos
comunicados por puertas que cierran herméticamente. La dirección se gobierna
con timones horizontales y verticales. Sumergido el submarino, la visión de los
objetos que están por encima de la superficie del mar se efectúa con ayuda de
un periscopio. Lleva por lo general diez tubos lanzatorpedos (seis a proa y
cuatro a popa), y una dotación de 24 torpedos. Para la propulsión en la
superficie cuenta con cuatro motores diesel que en conjunto desarrollan 6.400
c.f. Lleva también cuatro generadores, cuatro motores eléctricos y dos juegos
de acumuladores.
En años recientes se ha logrado aprovechar la energía
atómica en la propulsión de submarinos. Algunos de los países más adelantados
en esta materia, o sean los E.U.A. y la U.R.S.S., parecen ser los únicos que
han podido poner en práctica este proyecto, sobre el cual se guarda la mayor
reserva. A fines de 1960 la armada norteamericana contaba con una docena de
submarinos de este tipo y tenía una veintena en construcción.

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